EXTRACTO DE ALGUNOS PÁRRAFOS DE LAS
JORNADAS DE TRABAJO REALIZADAS EN EL HCD PARA CREAR UN CONSEJO MUNICIPAL DE
CULTURA, EN DICIEMBRE DE 2002 Y FEBRERO DE 2003, CON LA PRESENCIA MULTITUDINARIA
DE INSTITUCIONES Y DE PERSONAS LIGADAS A LA CULTURA.
Palabras del concejal Gustavo
Pulti, Presidente del Concejo Deliberante: Hoy nos convocamos para trabajar
sobre la creación de un Consejo Municipal de la Cultura. Para (…) discutir esta
idea con ustedes y en la medida en que se pueda coincidir y avanzar sobre el
sentido de crear un Consejo de la Cultura para Mar del Plata, (…) si logramos
hacerlo de este modo, no será de ninguna bancada, no será de ningún sector en
particular, sino que habrá sido la resultante de estas jornadas de trabajo (…) ¿Por
qué planteamos la creación de un Consejo de la Cultura? (…) Hay una necesidad
de implicar actores sociales en las decisiones de carácter público y que esa
implicancia no resulte esporádica, que no resulte espontánea (…)
¿Cómo imaginamos un Consejo de la
Cultura? Imaginamos a las instituciones y a los representantes y protagonistas
particulares, personales de la vida cultural, convocados formalmente,
asambleariamente en un momento, y con mesas de ejecución en otro, discutiendo
el presupuesto cultural de cada año, controlando la ejecución de ese
presupuesto cultural, promoviendo actividades de orden cultural, que
naturalmente tienen por fin no un criterio esteticista, de que llegue a ciertos
ámbitos de excelencia, sino de promoverlo como políticas públicas, sin excluir
la excelencia -naturalmente-, digo, discutir los presupuestos, analizarlos,
controlar su ejecución, promover iniciativas y ser un órgano de consulta tanto
del gobierno como del Concejo Deliberante. Ese es el Consejo de la Cultura que
en grandes rasgos imaginamos. (…)
Palabras del Dr. Rafael Oteriño:
(…) me parece que es muy importante como punto de partida, no decir que esto es
algo prescriptivo, algo que viene señalado de arriba para abajo, porque sabemos
que la cultura y toda gestión importante en cuanto a la cultura, se hace de
otra manera, en todo caso de abajo para arriba, y por interacción, por
intercruzamientos, oyéndose, con apertura, con libertad, con entusiasmo. (…)
“En el poema “El Cisne de las Flores del Mal”, Baudelaire dice que las ciudades
cambian más rápido que el corazón de los hombres. Frase cautivante porque
parece interpolar los términos. Cómo las obras de los hombres pueden cambiar
antes que los hombres mismos. Cómo las ciudades pueden cambiar con
independencia de los hombres. ¿Cambian las ciudades o cambian los hombres? En
realidad la afirmación plantea otras cuestiones. ¿Son en verdad las ciudades
obra de los hombres o es acaso más apropiado decir que los hombres son
resultado de las ciudades que habitan y aún de las ciudades soñadas, imaginadas
por ellos? Esto último sería compartido por Rilke, quien en su diario
florentino dice: “No hablo de la ciudad sino de aquello en lo que a través de
ella nos hemos convertido”.
Creo, así planteada la cuestión
que esto tiene que ver con en el encuentro, porque hablar de cultura y
comunidad, es referirnos inmediatamente a la ciudad que habitamos, esta ciudad
nos hace a nosotros y nosotros también a la ciudad. Creo que el propósito de
esta reunión es ver de qué manera los hombres de la cultura juegan un papel en
el hacer de la ciudad, en la definición, en el perfil último de la ciudad (…)
Palabras del Sr. Raúl Orozco: (…)
Para consensuar todo esto no solo tiene que estar contenido el hacedor de la
cultura, sino también el receptor de la cultura. Los trabajadores que tienen
que recepcionar la cultura, los barrios carenciados a los que tratamos de
llevar cultura, tienen que estar contenidos dentro de este proyecto, y si todas
estas pautas son contenidas dentro del proyecto, el proyecto es muy válido. (…)
Palabras
de la Sra. Inés Mariscal: (…) Fundamentalmente como
trabajadora de la cultura apunto a decirles (…) que cuando la Dirección de
Cultura ofrece un estímulo, como es un auspicio, este auspicio deje de ser un
papel de estímulo escrito para transformarse en una oportunidad movilizante
para aquellos que llevan el espectáculo adelante, es decir, salir de las
palabras y entrar en la acción.
Palabras del Sr. Luis María
Sobrón: Quiero puntualizar dos
elementos fundamentales. Tomar en cuenta en este Consejo a todos los entes
educativos privados y oficiales de Mar del Plata para que representen en el
Consejo de la Cultura su voz, porque (…) son los instrumentos educativos las
varillas que sostienen la gran tela de este paraguas cultural. Segundo,
quisiera que se tomara en cuenta para los futuros presupuestos de la
Municipalidad de General Pueyrredon, un presupuesto perfectamente estudiado
sobre la cultura para que tengamos directamente los medios económicos y
financieros para desarrollar la tarea cultural.
Palabras del Sr. Pupeto
Mastropascua: (…) En esta ciudad se han perdido una cantidad de espacios que
estaban destinados a la cultura; creo que una de las misiones de este futuro
consejo de cultura es recuperarlos, no solamente los pocos propios espacios de
la Municipalidad que son insuficientes sino hacer que las instituciones
profesionales que dedicaban algunos de los que ellos poseían (Teatro del
Notariado, Teatro del Centro Médico) pero que tal vez por falta de convicción o
responsabilidad social, han dejado de cumplir la tarea que hicieron en algún
momento, colaborar con ellas y volver a usar esos ámbitos plenamente. La
cultura sin ámbitos adecuados es muy difícil que pueda desarrollar actividades
y esta ciudad no tiene muchos, por eso el propósito de recuperar el espacio de
la Plaza del Agua para un centro cultural que debe ser mucho más que un museo
de arte contemporáneo, es importantísimo. Tiene que estar entre los propósitos
principales de este consejo de la cultura –a mi juicio- los espacios físicos
para desarrollar las distintas actividades culturales (…)
Palabras del Sr. Antonio Mónaco:
(…) Me parece auspicioso que haya una iniciativa para institucionalizar un
organismo que oriente y fiscalice las políticas culturales de la Municipalidad,
que siempre han sido muy remisas a dar cuenta de lo actuado, a escuchar el
reclamo y las iniciativas de los hacedores de la cultura de Mar del Plata. (…)
Estamos muy acostumbrados a políticas oficiales de cultura que han convertido a
Mar del Plata en buena consumidora de cultura, y eso no es desarrollar la
cultura de la ciudad. Está bien que los marplatenses merecemos consumir buenas
expresiones culturales que vienen de afuera, pero si primero se atiende como
prioritario el fomento, desarrollo y apoyo de las expresiones locales de la
cultura para que lleguen a tener la jerarquía y el nivel que se merece todo
pueblo. Entonces quiero que quede claro que esta aprobación debiera tener como
condición que la prioridad debe ser el desarrollo de lo producido en nuestra
ciudad, del mejoramiento de nuestro propio nivel y de las posibilidades de
llegar a la mejor expresión de la que seamos capaces según nuestro talento y
capacidad.
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