Comienzo de la reunión en foyer de teatro Auditorium. |
El Consejo Municipal de
Cultura de Mar del Plata organizó la segunda asamblea por un Plan Estratégico
de Cultura (PEC) convocando a artistas e instituciones, reunidos en el foyer
del Teatro Auditórium, para dialogar y proyectar en base a tres ejes temáticos:
1. Relación Comunidad y
Estado.
2. Participación
ciudadana e inclusión social.
3. Producción y
conservación de bienes culturales.
En grupos de trabajo
según el área de interés de los asambleístas, se plantearon en primera
instancia las preocupaciones particulares o sectoriales; luego las propuestas
que cada uno quiere aportar al PEC; y en una tercera ronda de intercambio un
debate y consenso sobre los principales puntos o prioridades para trabajar en
los próximos meses.
Una de las mesas de trabajo debatiendo los temas propuestos. |
MARCO
TEÓRICO
El Consejo Municipal de
Cultura pone como encuadre de estas acciones un documento sobre “La Cultura como cuarto pilar del
desarrollo sostenible”, aprobado por Ciudades y Gobiernos Locales (México
2010), en su carácter de adherente a la Agenda 21 de la Cultura, que señala:
“El concepto de desarrollo sostenible y su articulación en tres
dimensiones fue desarrollado en la segunda mitad de los 1980s. Las tres dimensiones
o pilares son: el crecimiento económico, la inclusión social y el equilibrio
medioambiental. El Informe Nuestro
futuro común de 1987, conocido como el Informe Brundtland, consagró
estos principios como pauta para las estrategias de desarrollo a nivel local,
nacional y global. La Cumbre de la Tierra, celebrada en Rio de Janeiro en 1992,
afianzó estos tres pilares como el paradigma del desarrollo sostenible.
Sin embargo, es opinión generalizada que dichas dimensiones no
son suficientes para reflejar la complejidad intrínseca de la sociedad
contemporánea. Investigadores e instituciones como la UNESCO y la Cumbre
Mundial sobre el Desarrollo Sostenible piden que la cultura sea incluida en
este modelo de desarrollo, aseverando que la cultura al fin y al cabo moldea lo
que entendemos por desarrollo y determina la forma de actuar de las personas en
el mundo.
Esta nueva perspectiva apunta a la relación entre cultura y
desarrollo sostenible a través de un enfoque doble: desarrollando los sectores
culturales propios (a saber: patrimonio, creatividad, industrias culturales,
arte, turismo cultural); y abogando para que la cultura sea debidamente
reconocida en todas las políticas públicas, particularmente en aquellas
relacionadas con educación, economía, ciencia, comunicación, medio ambiente,
cohesión social y cooperación internacional.
El mundo no se halla exclusivamente ante desafíos de naturaleza
económica, social o medioambiental. La creatividad, el conocimiento, la
diversidad, la belleza son presupuestos imprescindibles para el diálogo por la
paz y el progreso, pues están intrínsecamente relacionados con el desarrollo
humano y la libertad.
Al tiempo que tenemos la obligación de promover la continuidad
de las culturas locales indígenas, cada día, en ciudades de todo el mundo,
antiguas tradiciones convergen con nuevas formas de creatividad, contribuyendo
así a la conservación de la identidad y diversidad. El diálogo intercultural es
uno de los mayores desafíos de la humanidad, mientras la creatividad es
valorada como un recurso inagotable para la sociedad y la economía”.
Mesa de acreditaciones. |
Parte del equipo organizativo luego de la actividad. |
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